Se prorroga el debate por el Marco Regulatorio del Juego en Brasil
Continúa el tire y afloje con respecto al debate y a la regulación de los juegos de azar en Brasil.
Brasil.- Si quedaban expectativas sobre un posible pronto debate, las mismas fueron anuladas. Está confirmado: el Marco Regulatorio del Juego no ingresará a la agenda del Senado en Brasil antes de diciembre.
«En cuanto pasen las elecciones, haremos una valoración sobre la apreciación en el Senado». Así lo indicó Rodrigo Pacheco, cabeza del Senado, al señalar que este es uno de los proyectos sobre los cuales los dirigentes pidieron una evaluación por parte de la Presidencia.
Previamente, esta semana, el que salió a marcar su posición fue el ex presidente del Senado y ahora legislador Davi Alcolumbre. El político dejó claras sus intenciones de aprobar el proyecto para diciembre.
El proyecto de ley es un tema que tiene a los legisladores brasileños ocupados desde hace meses. A pesar del amplio apoyo por parte del público general para la iniciativa, esta avanzó a paso lento desde su concepción.
En febrero de este año, la Cámara de Diputados aprobó el Marco Regulatorio de Juegos (PL 442/1991), especificando que si pasados los 12 meses de vigencia de la futura ley no hubiere reglamentación, se autorizará la operación provisional de video-bingo, bingo y Jogo do Bicho en todo el territorio nacional hasta tanto se libere el reglamento.
Sin embargo, el actual presidente, Jair Bolsonaro, expresó su posición contraria a la regulación en múltiples ocasiones, y prometió patear el debate para el año que viene en caso de ser reelegido. Según especialistas, esto se debe a que su base evangélica, que representa un porcentaje importante de sus votantes, está en contra de la legalización.
Entre otros apoyos, la nueva norma cuenta con el visto bueno de la Federación Nacional de Alcaldes de Brasil. Según lo trascendido, a través de la regulación de los juegos de azar se generarían cerca de R$20.000m en impuestos anuales. Se trata de un dato que cobra mayor peso cuando se considera el actual escenario, en el que se proyecta un déficit de alrededor de R$100.000m para 2022.