73% de los chilenos considera que las apuestas online deben ser reguladas
La estadística surge de un estudio de la Asociación Chilena de Casinos de Juego, junto con la Corporación de Juego Responsable.
Chile.- Mientras avanza en el Congreso chileno el proyecto que legalizaría el juego online en el territorio, representantes de la industria encabezan acciones para conocer el perfil de los jugadores y su percepción acerca del mercado del juego, entre otras cuestiones.
En ese sentido, la semana pasada se llevó a cabo el conversatorio “Realidad del juego no regulado y sus externalidades negativas”, instancia organizada por la Corporación de Juego Responsable y la Asociación Chilena de Casinos de Juego.
El panel contó con la participación de académicos y funcionarios públicos que dieron a conocer distintas aristas respecto de los problemas actuales de los juegos de apuesta ilegales en el país.
En la instancia se dieron a conocer los resultados de un estudio realizado por Unholster y MORI, que abordó la percepción, actividades y perfiles de jugadores de apuestas, tanto en lugares físicos como en sitios web.
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Dentro de los resultados se destaca que el 73 por ciento de los encuestados -chilenos mayores a 18 años- están a favor de que se regule el mercado de las apuestas online. Por otro lado, un 52 por ciento dejaría de jugar de forma online al saber que son ilegales, mientras el 23 por ciento lo seguiría haciendo.
Respecto a las edades de los jugadores, se señala que los jugadores online se concentran entre los 26 y 40 años con 36 por ciento, le sigue el rango etario entre 41 a 60 años con el 35 por ciento.
En el estudio, se agrega que los jugadores online tienden a un perfil más riesgoso con las apuestas, jugando de manera más frecuente que aquellos que juegan físicamente. Un 46 por ciento de los jugadores online apuestan más dinero del que se permiten perder y un 62 por ciento apuesta alguna vez para recuperar lo perdido en una apuesta anterior
Además, un 24 por ciento de los jugadores online tienen solo educación básica, mientras que un 46 por ciento tiene solo educación media. Por otro lado, la mitad de los jugadores online se auto clasifican como pertenecientes a clases socioeconómicas bajas.
Posteriormente, se dio paso a los panelistas, quienes abordaron los problemas actuales de los juegos de apuesta clandestinos, especialmente en adolescentes y jóvenes adultos, el auge de los casinos online y su falta de regulación actual para poder ser fiscalizadas bajo la legislación vigente, no permitiendo conocer quienes manejan estos sitios.
Dentro de los exponentes estuvo Cecilia Valdés, presidenta de la Asociación de Casinos de Juego, quien manifestó la importancia de este estudio porque permite tener un perfil de los apostadores online.
Valdés dijo: “Es un jugador riesgoso, que lo hace de forma habitual por sobre los que frecuentan los casinos, es un público jóven y en su mayoría masculino, de un estrato social medio-alto, que se inicia a temprana edad, lo que es preocupante porque si no se genera un marco regulatorio podría derivar en un problema de salud pública, como lo son las otras adicciones”.
Por su parte, el ex fiscal Carlos Gajardo enfatizó sobre la necesidad de actualizar la legislación sobre las casas de apuestas clandestinas: “Es la hora que se aplique el derecho penal. No es posible que haya comerciantes que estén sin patente, además de estar funcionando incluso después de haber sido clausurados, es evidente que la fiscalía debe actuar”, dijo.
Consuelo Salinas, abogada de la Unidad Especializada en Delitos de la Fiscalía Nacional, señaló: “Los sitios de apuestas están alojados en servidores fuera de Chile y manejados por empresas constituidas en el extranjero. No tenemos cómo localizarlos, ni imputarles el delito”.
Entre los puntos más destacados de la iniciativa legislativa, se encuentra el potencial de recaudación de impuestos que generaría este mercado. De acuerdo con las estimaciones, permitiría al Estado recaudar aproximadamente USD50m al año en impuestos, lo que, según el texto, “podría contribuir al financiamiento del creciente gasto público que se enfrenta a partir de la situación sanitaria y social”.
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