Un funcionario del gobierno de Lula considera a las apuestas como una importante fuente de financiación
Durante una entrevista, Edinho Silva, coordinador de comunicación del presidente electo Lula, defendió la regulación de las apuestas y los juegos de azar en el país.
Brasil.- Mientras continúan los debates en torno a la regulación del juego en Brasil, el gobierno electo ya ha dejado en claro su posición. O al menos así lo demostró el flamante coordinador de comunicación de Lula quien, durante una entrevista en el programa Canal Livre, se mostró a favor de los juegos de azar y las apuestas.
Al referirse a nuevas fuentes de ingreso para el gobierno, Edinho Silva dijo que la industria del juego podría ser una excelente manera de financiar proyectos sociales y afirmó que es absurdo que el país no gane dinero a través de las apuestas deportivas.
Según Silva, ese dinero podría utilizarse para crear nuevas escuelas y centros educativos en el país y mejorar los niveles de educación en todo el estado.
Al ser consultado sobre sectores que no gravan impuestos, el coordinador de comunicación fue tajante: «el sector del juego debería pagar impuestos» y agregó que las apuestas deportivas se hacen en el exterior sin ninguna consideración para las arcas públicas.
Además, el funcionario señaló que la regulación de los juegos podría generar R$23m en el primer año. «Con estos recursos tendríamos un programa de compensación educativa para los niños que han estado fuera de la escuela desde la pandemia”, afirmó.
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Si bien no defendió la regulación de los juegos como un programa de gobierno ni del equipo de transición, Silva, que también es alcalde de Araraquara, señaló que esa es una opinión personal que él defiende.
El coordinador admitió, sin embargo, que el tema es controvertido, pero no se negó a poner su opinión personal sobre el tema, sin confirmar si el reglamento de los juegos será defendido por el PT.
El Marco Regulatorio del Juego fue aprobado por Diputados en febrero pasado y actualmente se encuentra frenado en el Senado. Sin embargo, tras las elecciones presidenciales que mantuvieron en vilo a todo el país, el proyecto podría votarse antes de fin de año.
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De aprobarse el proyecto tal como está, cada Estado podrá tener un casino, con excepción de Minas Gerais y Río de Janeiro, que podrán tener dos, y São Paulo, con tres, por sus dimensiones, Amazonas y Pará podrían tener dos casinos cada uno.
El proyecto también permite casinos fluviales, con un establecimiento por río, con una extensión entre 1500 km y 2500 km; dos con un río entre 2500 km y 3500 km; tres, como máximo, cuando el río se extienda por más de 3500 km. El máximo son 10 unidades.
Estas embarcaciones no podrán fondear en un mismo lugar por más de 30 días consecutivos, y la concesión podrá ser hasta por 10 establecimientos.