Descubre qué es All in en póker ¡y cuando conviene usarlo!
El póker es un juego repleto de conceptos y estrategias. Existen tantas que es preciso atenderlas para no confundirse y perder la partida. En este artículo descubrimos más sobre este término tan habitual en el póker que refiere a la gestión del riesgo, genera suspenso y adrenalina y que pocos saben usar bien.
Cuando se habla de qué es all-in póker hacemos referencia a la popular jugada que puede hacer ganar o perder el juego y que va más allá del tipo “todo o nada”, dado que puede volverse una estrategia muy provechosa si el jugador conoce como utilizarla.
Puede ir al all-in en estos escenarios:
– Apuesta normal con el total de fichas. El participante hace una apuesta regular en la ronda de apuestas, aunque debido al tamaño de su pila de fichas, la apuesta iguala o supera el total de las fichas de los rivales en la mesa. En esa situación, va all-in con la apuesta.
– Responde a un all-in anterior. Si un participante hizo una apuesta all-in y otro desea igualar esa apuesta, igualmente va all-in. Si alguno hace una apuesta mayor, se genera un bote accesorio que solo incluye a aquellos que pueden igualar la nueva.
– Jugada obligada a ciegas. En ciertos torneos de póker, las apuestas obligatorias o ciegas suben gradualmente. Si quien juega cuenta con una pila de fichas chica y la ciega lo obliga a poner todas las fichas en la apuesta, se considera que va all-in.
Qué significa All en póker
Conocer el significado de all in póker es muy sencillo; en español es “todo adentro” o “ir por todo” y quiere decir apostar todas las fichas en una jugada. Sea por respuesta a una subida o, de entrada, se juegan todas las fichas por mano.
El all-in en póker es una de las jugadas más representativas de este increíble pasatiempo de estrategia. Es la que más se refleja en la ficción y la que ocasiona partidas soñadas. Los pequeños botes ganados son claves, pero poco se dice de estos. Los all-in en póker son increíbles, a todos les fascinan y desean saber cómo hacerlos.
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Estas son las reglas del All-in para cada escenario
El término de all-in se creó para evitar que los tramposos terminaran con los jugadores honestos en las mesas de poker online. Como forma de prevenir que las personas apostaran sus bienes, a alguien se le ocurrió armar la regla “apuestas de mesa” o “Table Stakes” que quiere decir que en una mano solo se pueden apostar los puntos o dinero, en fichas, que se tengan sobre la mesa al comenzar la mano.
O sea, no se pueden comprar más fichas mientras se está jugando esa mano o apostar bienes como parte de la apuesta.
All in póker
Se sabe que el póker no es un entretenimiento del todo cuadriculado y que es necesario acomodarse a las diferentes situaciones, sin embargo, sí que podemos fijar algunos casos en los que un all-in en póker se admite y es gran idea.
Sin tomarlo como algo exacto, y siempre siguiendo los gustos y maneras de interpretarlo por parte de cada jugador, así pueden jugarlo:
- Cuando quedan escasas fichas: si luego de una mala jugada, un bad beat u otra situación brusca, el jugador queda con escasas fichas, posiblemente quede fuera de la partida y con poca chance de juego. Pero si en vez de quedar fuera queda con pocas fichas, tiene la alternativa de reenganche. Si se tienen pocas veces la ciega, y cuando toca la grande se come buena parte de las fichas, hay que ir por una mano mejor, si no se puede, all-in es la respuesta a la espera de la suerte.
- Cuando se está commited, al contrario del punto de arriba, este debe ser solo un factor más a considerar. Ejemplo, si en un bote se metieron 500 fichas y quedan 100, para un bote de 1200, es habitual decir que se está commited. O sea, se invirtió tanto en un bote que ya vale morir en este. Eso no siempre es así, si se duda pero se ven alternativas de ganar, es un factor para ir por todo. Sea con una buena mano, pero con opción de otra mejor en mesa, o con un proyecto con un naipe que lleve a ganar.
- Estar “commited”, pero comprometerse con un bote la mayoría de las veces es un pretexto para no preocuparse en una mano. Y no debiera ser así estiman los más expertos. O sea, jugadores que no quieren jugar manos complejas y en contextos del punto visto optan por poner pausa. Si está claro que se perderá, aunque se haya apostado mucho en esa mano, es mejor salir a tiempo y quedarse sin fichas para seguir, por mucho que se haya apostado allí.
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Apostar todo en póker
En instantes avanzados de la partida, como el heads-ip el all-in puede volverse una estrategia de interés, aun siendo arriesgada.
Ciertas manos como una pareja baja o unos conectores “suited” elevan el valor de manera considerable. Un 44, por caso, no es una increíble mano, pero en el uno contra uno, con un juego agresivo, existen pocas chances de que el rival tenga una mano mejor.
Aun así en etapas avanzadas de la partida igual toma especial sentido la capacidad del jugador para leer al rival, colocar en diferentes rangos de manos y poder hacer un all-in en esas fases del póker.
Aunque si se está uno contra el otro, éste podrá tomar sus estrategias para ponerlo más complejo. En este caso, solo queda mucha práctica para sacar todo el provecho a la mano y saber si hacer all-in, pasar, subir prudentemente o foldear.
Es fundamental aprovechar los diferentes bonos de bienvenida que brindan muchas casas de apuestas para aprender a jugar póker sin costo. Así, tendrás un presupuesto más elevado para iniciar el juego y si se cometen errores de principiante no se afecta el presupuesto.
En concreto, el concepto de all-in es muy simple: sucede cuando el jugador apuesta todas las fichas que posee. Esto puede pasar en muchas situaciones en el póker online. las principales son:
- Cuando el participante no cuenta con bastantes fichas para pagar la apuesta
- Cuando el jugador tiene una gran mano y quiere subir el tamaño del bote
- Como manera de farol, en un experimento por tratar que sus rivales se retiren
- Cuando el participante precisa subir su cantidad de fichas
- Como técnica de desafío para quedarse con las fichas de un contrincante que cada tanto se retira.
Cuando esto sucede, puede deberse a la estrategia de quien juega o solo a la falta de alternativas para seguir. De cualquier forma, lo fundamental es saber que el all-in no solo es hecho por jugadores malos que van perdiendo, sino igual como táctica de fabulosos competidores.
Como vimos hasta acá, hacer all-in puede ser válido para algo más que para la sola falta de alternativas. Existen diversas situaciones en que las all-in pueden ser una estrategia única. El asunto es saber cuándo conviene usarlo. Y esto es clave dado que se considera una de las jugadas más riesgosas.
Así, el all-in puede surgir de un farol por mano débil o de una seguridad extraordinaria en la mano. En cualquiera de estos contextos, está la primera sospecha de que puede ser el momento para el all-in.
Otro componente esencial viene por medio del estudio de los rivales. Si el jugador nota que su oponente está a un naipe de hacer una buena mano, puede optar por all-in para lograr hacerlo. Es complejo, porque si aceptas, puedes tener líos.
En un contexto en el que se tienen pocas fichas y es necesario más para seguir en juego, el all-in puede ser ideal.
Ahora bien, cuando no hacer all-in es igual de importante. En caso de estar jugando en un torneo de póker y tener una mano fuerte, es probable que desees hacer all-in para intentar robar más fichas a los rivales. Este no es el instante más recomendable para hacerlo, ya que pueden espantar a los demás participantes, haciendo que se salgan.
Entonces, saber hacer all-in es casi un arte en el juego de póker al margen de ser una jugada arriesgada. Los que saben cómo usarlo pueden alcanzar la victoria ganando fuerza a los oponentes. Nada que con entrenamiento y paciencia no se logre.
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