Brasil avanza sobre la legalización de casinos
Algunos parlamentarios del gigante sudamericano intentan legalizar los casinos pero aún hay una fuerte resistencia.
Brasil.- El sector de los casinos aún no puede desembarcar en Brasil y, mientras algunos sectores intentan legalizarlo, se encuentran con una fuerte resistencia. Sin embargo, las apuestas deportivas están a un paso de ser reglamentadas, luego de una rápida y sorpresiva aprobación en 2018.
Actualmente, tal y como analizan en Joga Brasil, Brasil necesita ideas para generar recursos para el país. Por eso, en este contexto, el juego de azar es uno de los sectores con mayores posibilidades para poder impulsar la economía y traer empleo y nuevas oportunidades financieras.
El año pasado, el senador Ciro Nogueira impulsó un proyecto de ley para permitir la explotación de juegos de azar, que incluía la apertura de casinos en todo Brasil. Sin embargo, la comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía rechazó la propuesta.
En su momento, Nogueira explicó que, una vez que fueran legalizadas, las casas de juego tendrían el potencial de atraer capital extranjero al país, aumentando el número de turistas y generando más recursos.
Mientras en Uruguay y Argentina se explota prolíficamente el turismo del juego -sin mencionar a Las Vegas-, la regulación del sector aún encuentra muchos obstáculos en Brasil como los problemas sociales relacionados con la corrupción. Antes de legalizar el juego, es necesario que Brasil desarrolle una estructura sólida para combatir esos problemas.
El juego estuvo autorizado en Brasil hasta 1946, cuando el presidente Eurico Gaspar Dutra lo prohibió, justificando su decisión en que el juego promovía “la degradación del ser humano”. Por eso, en la actualidad, el sector del juego se mantiene en la ilegalidad en el país, con casinos clandestinos por todo el territorio.
Así, no solo se pierden los recursos que los casinos podrían aportar en concepto de impuestos si estuvieran autorizados, sino que incrementa la actividad criminal relacionada con la operación del juego clandestino.
Sin embargo, a pesar de que los casinos aún parecen estar lejos de Brasil, el sector de las apuestas deportivas está cada vez más cerca. El último 18 de diciembre, el expresidente Michel Temer promulgó la Ley que autoriza las apuestas por cuota fija, abriendo la posibilidad de que se explote este segmento.
Como modelo, Brasil tiene la experiencia de Portugal, que ha tenido resultados muy positivos luego de legalizar las apuestas por internet en 2015. Tres años después, aproximadamente 800 mil jugadores se han registrado en operadores legales y, solo en 2018, se movieron US$1.143 millones.