Brasil: Diputados crea una subcomisión para debatir la regulación de los juegos de azar
Desde la Comisión de Turismo, pretenden acelerar el debate y proponer alternativas legislativas al Marco Regulatorio del Juego.
Brasil.- A poco más de un año de su aprobación en la Cámara de Diputador, el Marco Regulatorio del Juego vuelve a la escena.
El PL 442/91, que legaliza todas las modalidades de juegos de azar en Brasil, tuvo un voto favorable en la Cámara en febrero del 2022. Fue entonces que pasó al Senado, donde se espera que haya una decisión sobre el procedimiento por parte del presidente Rodrigo Pacheco.
Ahora, la Cámara de Diputados aprobó la creación de una subcomisión para estudiar nuevamente el tema, e impulsar el avance del proyecto. La Solicitud 13/2023 de la Comisión de Turismo, que busca discutir la legalización de casinos y juegos en Brasil, fue aprobada este miércoles 19 de abril. La misma fue propuesta por los diputados federales Washington Quaquá (PT-RJ) y Ricardo Abrão (União-RJ).
“El Estado brasileño dejó de recaudar miles de millones de reales en impuestos y tasas, que podrían financiar políticas públicas en áreas como turismo, cultura, deporte y ocio”, señaló Quaquá. En tanto, Ricardo Abrão remarcó: “Muchos brasileños viajan al extranjero para jugar en casinos y muy bien podrían divertirse (y gastar) en Brasil”.
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Al solicitar la creación de la subcomisión, los diputados señalaron que el objetivo “es estudiar la legalización de los juegos de azar en Brasil, tema que estuvo en auge en la última legislatura, pero perdió fuerza”. Con ello, esperan “acelerar el debate y proponer alternativas legislativas”.
En la justificación presentada, los diputados también recuerdan que “la discusión sobre la legalización de los juegos de azar en Brasil vuelve a estar en escena. Las apuestas online han ido ganando mercado y adeptos en nuestro país, muchas de estas casas de apuestas se han estado publicitando en radios y televisiones, patrocinio de clubes deportivos, eventos deportivos y otras formas de patrocinio”.
Y concluyen: “el gran debate es que en más de 80 años de la prohibición de la explotación de juegos en Brasil, es evidente que la prohibición no terminó con los juegos y el Estado brasileño dejó de recaudar miles de millones en impuestos, que podrían financiar políticas públicas en las más diversas áreas, incluyendo el turismo, la cultura, el deporte, el ocio, entre otros”.
