Unos 350 jugadores piden ser excluidos por adicción en Bahía Blanca, Argentina
El primer paso para la recuperación es reconocer el problema, aseguran los expertos en ludopatía.
Argentina.- En 2014 fueron 174 y en 2015 las personas que firmaron un compromiso para no acceder a locales de juego por el término de dos años. Alrededor de 350 personas, algunas de la ciudad y otras de la región, tienen la prohibición de ingreso a la única sala de juegos oficiales de la Provincia de Buenos Aires habilitada en Bahía Blanca, informó el Centro de Ludopatía local.
La entidad, desde 2011 a la fecha, realizó el trámite de autoexclusión a casi 900 personas en el marco de un programa gratuito de prevención perteneciente al ministerio de Salud e Instituto de Loterías y Casinos de la Provincia de Buenos Aires. En 2015 fueron autoexcluidos en Bahía 174 adictos al juego, mientras que el año pasado lo hicieron 196 y, en 2013, 185. Un total de 212 realizaron el trámite en 2012 y 120 en 2011.
Consiste en la firma de un “compromiso” de no acceder a estos locales por el término de dos años. El formulario lleva la firma y foto del involucrado, quien debe dirigirlo a la sede del centro, O’ Higgins 543, acompañado de un testigo. Dicho trámite, luego, se envía al local de juegos. Pionero en el país, este programa tiene como objetivo promover la salud, prevenir a la población sobre las consecuencias del juego patológico.
De las estadísticas obtenidas del programa de Prevención y Asistencia al Juego Compulsivo se puede observar que hay mayor cantidad de hombres en comparación con mujeres que se acercan a consultar por esta problemática y que el grupo etario que realiza más consultas corresponde a la franja de 30 a 60 años. La ludopatía o juego compulsivo es considerada una adicción sin sustancia ya que la persona que la padece crea una relación de dependencia con el objeto, en este caso, los juegos de azar. Así es que el juego deja de ser un acto recreativo, libre, sometido a ciertos límites donde se gana o se pierde, para venir a tapar algo: soledades, pérdidas o la necesidad de salvarse económicamente.