No habrá cambios en la Dirección de Casinos de Uruguay
La resolución judicial fue contundente y echó para atrás la reestructuración dispuesta en 2010 por el entonces presidente José Mujica.
Uruguay.- Pasaron seis años para que la justicia uruguaya finalmente anulara los cambios en la dirección de Casinos. Después de una causa que duró 5 años, el Tribunal en lo Contencioso Administrativo de Uruguay (TCA) resolvió anular la reestructura del servicio jurídico de la Dirección General de Casinos (DGC), que fuera dispuesta en diciembre de 2010 por el entonces presidente José Mujica, a instancias del director de ese organismo, Javier Cha.
La modificación, que se incluyó en la aprobación del Presupuesto Operativo de la DGC correspondiente al ejercicio 2010, implicó que el área Jurídica pasara a ser una asesoría letrada, que a su vez luego se subdividió en unidades. El abogado Fernando Magnífico, que se desempeñaba como gerente del área Jurídica de la DGC, recurrió a la reestructura y la semana pasada, tras un juicio de cinco años, el TCA falló a su favor al concluir que la modificación «se hizo en violación frontal a reglas de derecho vigentes», dado que no se hicieron las correspondientes consultas técnicas a la Contaduría General de la Nación ni a la Oficina Nacional del Servicio Civil.
Magnífico, que tiene más 28 años de experiencia como funcionario técnico de la DGC, tiene un enfrentamiento de larga data con las jerarquías de esa dependencia, luego de que en 2009 fue removido de su cargo de gerente del área Jurídica y enviado a la Comisión de Defensa de la Competencia. El profesional recurrió ese traslado y en 2012 el TCA anuló su relevo al entender que se dispuso sin que hubiera una «razón convincente». Actualmente, Magnífico trabaja en el sector contencioso de la asesoría Jurídica de la DGC.
El fallo del TCA que anuló la reorganización del servicio jurídico del organismo, vinculó ese cambio con la situación de Magnífico. La sentencia transcribe un informe de noviembre de 2011 donde Cha, el titular de la DGC, indicó que a raíz de la reestructura del servicio jurídico «no hay función, necesidad del servicio ni ubicación funcional y jerárquica» para Magnífico. Cha dijo que no buscó perjudicar al abogado sino que según su «leal saber y entender» reorganizó el servicio jurídico para lograr el asesoramiento que él «pretendía».