Luckia celebró la inauguración de Casino Bilbao en la plaza Campuzano
Las autoridades de Luckia asistieron al corte de cinta.
España.- A más de un año de que se conociera la intención de Luckia Gaming Group de reabrir el Gran Casino Nervión de Bilbao en una ubicación más céntrica, finalmente llegó el día de dejar la locación en Alameda de Urkijo y abrir las puertas del nuevo complejo.
Las autoridades de Luckia cortaron la cinta de Casino Bilbao en Plaza Campuzano. El nuevo establecimiento tiene un aforo para 664 jugadores y podrá tener una actividad hostelera complementaria que estará en la planta baja y ocupará 188 metros cuadrados.
José González, presidente de Luckia, ofició de maestro de ceremonias. El evento contó también con la presencia de parte del Gobierno Vasco. Aitor Uriarte, director general de Espectáculos y Juego, junto a Xabier Otxandiano, concejal del Área de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo del Ayuntamiento de Bilbao.
David Plumi, CMO de Luckia, explicó que la nueva zona donde se ubica el casino es sin duda, “mucho más concurrida”, con un paso continuo de gente, “lo que hará que la afluencia de público sea constante en este nuevo emplazamiento”.
El número de máquinas y mesas es el mismo que con el que se contaba en la anterior ubicación, aunque, como señala Plumi, “desde Luckia siempre nos encontramos innovando, y muy pronto seguiremos incorporando productos para ofrecer la mejor gama de juego a nuestros clientes”.
En un comunicado, la empresa explicó que su equipo de Obras y Proyectos inmobiliarios trabajó en el diseño del nuevo casino en colaboración con el estudio Verno: «Nuestros empleados han destacado del nuevo casino su iluminación, describiéndolo como más moderno, más acogedor y de fácil accesibilidad.
El diseño está repleto de tonos cálidos y acogedores, con diversos espacios realizados en materiales nobles como mármol y madera natural», dijeron desde Luckia.
En marzo de este año, el Ayuntamiento de Bilbao dio luz verde al traslado de la sala de juegos luego de recibir informes favorables de distintos departamentos municipales y del área de Juegos y Espectáculos del Gobierno vasco. Las autoridades municipales rechazaron los argumentos de las comunidades vecinales cercanas a la Plaza Campuzano, que buscaban evitar que el casino funcionara en dicho lugar.