Lottopar se convierte en miembro de la Comisión de Tecnología de Cibelae
La comisión promueve el intercambio de experiencias entre loterías en temas como cifrado, blockchain, seguridad de datos y prevención de delitos cibernéticos.
Brasil.- La Lotería del Estado de Paraná (Lottopar) fue invitada por la Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas (Cibelae) a integrar la Comisión de Tecnología. Esto proporciona a la autoridad un rol representativo del estado de Paraná y un valioso espacio para el intercambio de conocimientos con las loterías más grandes de América Latina.
La comisión se reúne mensualmente para intercambiar experiencias entre loterías sobre temas como cifrado, blockchain, seguridad de datos y prevención de delitos cibernéticos, con el objetivo de mejorar las prácticas de juego responsable y combatir el lavado de dinero. Estas iniciativas buscan actualizar el mercado de lotería con las innovaciones del sector, garantizando un entorno seguro para los jugadores.
Para el asesor de Lottopar y miembro del comité de Tecnología de Cibelae, Jonathan Camargo, “esta es una oportunidad para mostrar lo que Paraná ya ha avanzado en materia de juego seguro, pero también para traer buenas prácticas del exterior, lo que está funcionando en otros lugares y buscar su implementación en Paraná”.
Lineamientos de publicidad de juego responsble
La entidad paranaense, además, sigue adelante con la creación de un entorno de juego más seguro. En ese contexto, emitió las disposiciones con determinaciones a seguir por los operadores en materia de publicidad.
Los operadores también deben cumplir con las leyes estatales y federales vigentes y estar atentos a las recomendaciones publicadas por el Consejo Nacional de Autorregulación Publicitaria (CONAR), de acuerdo con el Anexo X del Código Brasileño de Autorregulación Publicitaria, que especifica las reglas para la publicidad de estas apuestas.
Se prohíbe a los menores de 18 años, directa o indirectamente, registrarse y realizar apuestas. El operador no puede promover apuestas relacionadas con eventos, competiciones deportivas, torneos, juegos o pruebas con interacción humana, individuales o colectivas, que involucren exclusivamente la participación de menores de 18 años.
Los Términos y Condiciones, así como todas las directrices y políticas internas de los operadores, deben incluir cláusulas que actúen directamente en la protección de los menores de edad. La publicidad y otras acciones publicitarias no pueden dirigirse a este público, y está prohibido el uso de símbolos, elementos visuales, sonoros, verbales o escritos dirigidos a aquellos que estén por debajo de este grupo de edad.
Las comunicaciones de marketing y transmisiones, por cualquier medio, de juegos físicos o en línea, deben contener advertencias como «las apuestas están prohibidas para menores de 18 años» o el símbolo «18+».
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En las comunicaciones de marketing también está prohibido utilizar la imagen de personas o personajes, reales o ficticios, de relevancia o notoriedad pública que puedan atraer específicamente, o principalmente, a menores de edad. También está prohibido presentar las apuestas deportivas como socialmente atractivas o que contengan afirmaciones de personalidades conocidas o celebridades que sugieran que el juego contribuye al éxito personal o social.
A su vez, no se debe promover el uso del producto como medio para recuperar valores perdidos en apuestas anteriores u otras pérdidas financieras, ni sugerir o dejar margen para que el público entienda que la apuesta puede ser una alternativa al empleo, una solución para problemas financieros, una fuente de ingresos adicionales o una forma de inversión financiera.
Las acciones de marketing deben mostrar de manera clara el nombre o la marca del operador al que se refieren, para que los apostadores puedan identificar fácilmente al responsable de la comunicación.
También es obligatorio incluir un mensaje estandarizado destinado a promover el juego responsable, por ejemplo, «Juegue con Responsabilidad».
Como medida para garantizar el entretenimiento saludable, se prohíbe al operador realizar cualquier comunicación de marketing que pueda generar la esperanza de que la participación del apostador conduzca a la riqueza o genere una fuente de ingresos, inducir al error sobre la posibilidad o probabilidad de ganar, o sugerir que la repetición de las apuestas aumentará las posibilidades de ganar algún premio.