Los bingos italianos, lejos de su proyección original
Las salas de bingo en Italia continúan en decadencia a 17 años de las grandes proyecciones que hacían desde el sector en medio de su auge.
Italia.- Las salas de bingo se proyectaban como un éxito para Italia en el 2001 tras su proliferación en España y el Reino Unido. El negocio atrajo rápidamente a los inversores que comenzaron a poner el dinero necesario para abrir nuevos locales y cautivó a los políticos, que vieron una posibilidad de recaudar más a través de su regulación.
Entonces fueron programadas 800 salas de Bingo desde el Valle de la Aosta hasta Sicilia para aprovechar la oportunidad. Sin embargo, el negocio no funcionó como se esperaba y hoy operan solo 208 de esos salones.
El presidente de Federbingo, Italo Marcotti, explica que “la crisis del bingo es mundial”. El responsable de la asociación que nuclea a las empresas del sector aclara que “ha habido una disminución que ha afectado a todo el mundo. No sólo a Italia, pero aquí la situación se complica».
Diecisiete años después de su auge, el sector del Bingo ingresa anualmente 1.400 millones de euros, sin contar el dinero que terminará yendo al erario público, los pagos de premios y los costos operativos. Los derechos de concesión son de 5000 euros mensuales.
Con un valor de 1 euro para cada cartón, las salas, que nunca están llenas, no alcanzan a percibir una ganancia considerable. Además en las mesas se habla mucho y algunas veces también se come. Allí es donde los operadores están buscando una vuelta de tuerca que les permita mantener la rentabilidad del negocio. «La comida es la nueva tendencia: las salas se están reinventando para tratar de sobrevivir y ser más atractivas. Comida a un precio razonable junto al juego puede ser un camino de salvación», sostienen desde el sector.
A 17 años de aquel entusiasmo en torno al Bingo en Italia, no se puede afirmar que el negocio haya sido un fracaso porque los números demuestran lo contrario pero el mercado no está en las condiciones que se esperaba.