España: el sector de la hostelería pide que se derogue la Ley del Juego valenciana
Una de las representantes del PP de Valencia asegura que podrían consensuar ciertas modificaciones de la ley, pero no la derogarán.
España.- El sector de la hostelería, a través de la asociación SOS Hostelería, pidió este lunes ante la secretaria general del PP valenciano, síndica en Les Corts y portavoz en el Ayuntamiento de València, María José Català, que si su partido gobierna la Generalitat Valenciana y tiene mayoría en el parlamento valenciano, derogue la Ley del Juego.
Català desterró casi con toda seguridad la posibilidad de la derogación de la ley, pero abogó en un foro organizado por SOS Hostelería por modificar aspectos de la ley de manera dialogada con el sector.
Por su parte, el presidente de SOS Hostelería, Fidel Molina, lamentó los problemas que está sufriendo el sector: la alta fiscalidad, una regulación excesiva y la dificultad para crear empleo. «Somos gente que trabaja mucho y se queja muy poco, tenemos poco tiempo de quejarnos», dijo Molina, y agregó: «La hostelería no pide ayudas, solo pedimos que nos dejen trabajar; no me den dinero, no queremos dinero, queremos trabajar».
La portavoz popular en Les Corts Valencianes y número dos del PP valenciano adelantó que si el partido accede al Ejecutivo valenciano va a «coger la Ley y revisar todo lo que se tiene que revisar». En ese sentido, puntualizó que la normativa sobre el juego aprobada en 2020 «se puede mantener con las modificaciones de los aspectos» que se negocien con el sector.
Una de las deficiencias que los populares detectaron al aprobarse la ley con importantes restricciones a la hostelería y el sector del juego es que se echó «en falta diálogo» así como «informes técnicos que avalaran algunas decisiones», como por ejemplo la fijación de distancias mínimas entre locales.
La portavoz en el parlamento valenciano por el PP aseguró que entiende «algunas restricciones», como son por ejemplo las que afectan a la proximidad de salones de juego respecto a centros educativos. Si bien uno de los asistentes insinuó la falta de efectividad de la medida, dado que «si un niño vive encima» de un local de este estilo, «va a verlo igualmente», Català compartió «el objetivo último» de la Ley, que es proteger a los menores y luchar contra la ludopatía, pero insistió en hacerlo «con diálogo», algo de lo que carece la actual normativa, sentenció.
La Ley del Juego establece una distancia mínima de 500 metros entre los nuevos salones de juego, bingos y casinos, y de 850 respecto a centros educativos. Asimismo, la Generalitat no puede conceder nuevas licencias de explotación de nuevas máquinas hasta 2024, y las tragamonedas de la hostelería deben contar desde el año pasado con un mecanismo de activación y desactivación para evitar que emitan luces y sonidos mientras no estén siendo usadas.
La ley también plantea la eliminación progresiva de las máquinas auxiliares de apuestas conforme vayan acabando las licencias y se prohíbe el acceso a quienes presenten síntomas de embriaguez o figuren en el registro de personas excluidas de acceso al juego de la Comunitat. De lo contrario, las multas van de 601 a €6.000 y pueden llegar a la suspensión temporal de la autorización o el cierre del local por un año. Las sanciones muy graves ascenderán hasta €600.000 y a suspensiones de cinco años.
Ver también: La hostelería valenciana recurre a la Unión Europea para frenar la ley del juego