El Ministerio de Hacienda español tras los jugadores online
La Agencia Tributaria exige pagar impuestos a los apostadores sin tomar en cuenta sus pérdidas.
España.- La Oficina Nacional de Investigación del Fraude de España (ONIF) envió hace tres años a todas las casas de apuestas con licencia para operar en el país un especial requerimiento acerca del dinero apostado por sus clientes. Desde entonces, muchos jugadores se encuentran por estos días en una situación incómoda, por la cual se les exige pagar impuestos por sus ganancias.
El Ministerio de Hacienda pedía para los años entre 2008 y 2011 «relación de jugadores que han obtenido premios en cuantía individual superior a 300 euros» en un solo premio o «que la suma anual de los mismos supere los 2.500 euros», según informa un medio local. De este modo, se reclamaba la fecha de las ganancias, el juego usado y que los agruparan por jugador y año. Para el año 2012 pedía la misma información pero siempre restando las pérdidas.
La razón es que el 1 de enero de 2012 entró en vigor una reforma legal que permitía deducirse las pérdidas del juego. Hasta entonces, lo que un jugador perdiera en el casino era un tema privado pero debía tributar por lo ganado. En la práctica daba igual lo que dijera la ley: el dinero que ganaban los jugadores estaba fuera del radar de Hacienda porque nadie pagaba por lo que se llevaba en un local de juego. Sin embargo, con el juego online eso cambiaba. Con ayuda de las casas de apuestas, Hacienda podía conocer al detalle ingresos y pérdidas de cada jugador. Si no cambiaba la ley se producía el absurdo de que uno debía pagar impuestos por lo que ganaba sin tener en cuenta que minutos antes podía haber perdido. Como si tributara por cada mano de poker ganadora sin descontar las perdedoras.
Pero como el juego online empezó antes que la ley, Hacienda comenzó a levantar actas a jugadores interpretando la ley al pie de la letra. Exactamente haciéndoles pagar por cada mano ganadora pero sin tener en cuenta las manos malas, que en algunos casos son mayoría.