Detienen banda que robaba casas de apuestas en España

La banda delictiva fue apresada en la localidad de Leganés.
La banda delictiva fue apresada en la localidad de Leganés.

Entre otros hechos, los delincuentes habían asaltado tres veces en poco tiempo una sala ubicada en la localidad madrileña de Boadilla del Monte.

España.- La Guardia Civil desmanteló una banda a la que se le atribuyen al menos 13 asaltos en locales de apuestas, hoteles y estaciones de servicio de varias localidades de la Comunidad de Madrid y el municipio de Bailén, establecimientos donde amenazaban a los trabajadores con armas blancas.

El operativo se saldó con seis detenidos, cinco hombres y una mujer, con edades entre los 21 y 45 años, informa este lunes la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.

La investigación se inició al perpetrarse tres robos con violencia contra una casa de apuestas en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, uno de ellos de más de € 15.000.

Un grupo de personas encapuchadas, con guantes y gorras había irrumpido en el establecimiento y, tras intimidar al empleado que se encontraba en su interior, había sustraído la recaudación. Los agentes comprobaron gracias a las cámaras de videovigilancia que los autores de los hechos eran las mismas personas en todos los asaltos, así como en otros perpetrados en diversos negocios de la zona.

Modus operandi

La banda criminal alquilaba los vehículos con los que vigilaba los locales que iban a atracar. Cuando se decidían a llevar a cabo el golpe, los ahora detenidos robaban matrículas en Leganés y Getafe a otros automóviles y se las colocaban para eludir la acción de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en caso de que quedaran registrados en las cámaras de vigilancia.

Los detenidos tenían un horario de actuación estricto, cometían los robos siempre por la tarde y la noche y, en el caso de las casas de apuestas y las estaciones de servicio, minutos antes del cierre. Su franja horaria favorita se situaba entre las 20.30 horas y la medianoche, para garantizarse el mayor botín posible y el menor número de clientes en el interior.

En el coche siempre permanecía una persona, que se encargaba de la vigilancia exterior, mientras tanto, entre tres y cuatro individuos accedían al local, amenazando al personal con armas blancas y obligándoles a abrir las cajas de seguridad para llevarse el dinero en efectivo. Todos ellos iban encapuchados, con guantes y gorras, para evitar ser identificados por los testigos y las cámaras de seguridad.

Las pesquisas permitieron a los agentes identificar a los presuntos autores de los hechos, cinco hombres y una mujer asentados en la localidad madrileña de Leganés, desde donde se desplazaban para cometer los asaltos.

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