Chile: la hípica, lo último en ser suspendido por coronavirus
Este fin de semana se disputaron los últimos programas en Chile antes de que la actividad hípica entre en suspenso por el coronavirus.
Chile.- La hípica ha sido de los últimos eventos deportivos en ser suspendidos en Chile por el coronavirus. Desde la llegada del virus al país, la actividad se desarrolló sin contagios, disputando sus programas a puertas cerradas. Este viernes y sábado, el Club Hípico y el Hipódromo Chile, respectivamente, disputaron las 19 carreras que tenían casi con normalidad. Pero esto fue lo último en hacerse.
La explicación de por qué se prolongó esta actividad radica, principalmente, en factores económicos. Además de buscar entretener a su audiencia, la hípica actúa bajo una lógica diferente al resto de los deportes.
Si las carreras de caballos no se realizan, los salarios de los trabajadores relacionados se ven significativamente reducidos. Todo depende de que haya actividad competitiva en pista. “Es un rubro que se mueve con muy pocos contratos indefinidos y donde la mayoría de los ingresos depende de los premios de cada jornada. Los trabajadores son los primeros en apurar soluciones para correr apenas se puede cuando ocurre cualquier circunstancia que implique detener las competencias. Es fundamental para ellos”, explica Felipe Ogrodnik, periodista especializado en la materia.
También, existe otro motivo que impulsó a la actividad en ser de las últimas en suspenderse. Los caballos son deportistas de alto rendimiento: a diario deben galopar, correr o caminar, no sólo para mantenerse en forma, sino para preservar la salud. “Estar un par de meses sin correr sería un mazazo brutal, podría cambiar drásticamente a la hípica como la conocemos actualmente. Un alto porcentaje de los caballos no se podrá mantener, sin considerar que además se perderán muchos puestos de trabajo”, agrega Ogrodnik.
La manutención de estos animales es compleja y es uno de los puntos que lleva a necesitar mantener la actividad en pista. Basta mencionar que en el Club Hípico alojan 1.800 caballos y esto implica que hay prácticamente una persona por cada uno de ellos, encargado de darles los cuidados básicos para poder mantener en buenas condiciones a los animales.
Por otro lado, el hecho de que la hípica sea una actividad al aire, ayudaba a restringir ciertos riesgos de eventuales contagios del coronavirus en Chile y por eso la actividad se prolongó. Pero también el tema de los cuidados a los animales hace que la mayoría de los trabajadores viva ahí mismo, motivo por el cual parar o instaurar la cuarentena no cambiaba mucho la situación.
Todo esto ayudó a que el deporte se mantuviera compitiendo. El Hipódromo tuvo su última jornada con público el sábado 14, mientras el Club comenzó a ser más restrictivo con la cantidad de personas presentes a partir del lunes 16. Luego, en Concepción, comenzaron los programas sin público, tendencia que siguió en el Sporting de Viña del Mar el miércoles 18. El viernes 20, el Club Hípico también marcó la pauta de las puertas cerradas en la capital, para que el Hipódromo hiciera lo mismo. Pero luego de esto llegó el momento de suspender hasta nuevo aviso las competencias hípicas.