Chile: Exigen el urgente tratamiento de la ley que prohíbe los tragamonedas fuera de los casinos
Diputados afirmaron que la proliferación de locales ilegales es perjudicial para la población.
Chile.- Los diputados del UDI (Unión Demócrata Independiente), Marco Antonio Sulantay, Renzo Trisotti y Juan Manuel Fuenzalida, hicieron un llamado al Poder Ejecutivo a ponerle suma urgencia al proyecto de ley que declara ilegal el uso de tragamonedas fuera de los casinos, que actualmente se encuentra radicado en la Cámara Baja.
La iniciativa, a juicio de los parlamentarios, es porque estos juegos son foco de delincuencia y ludopatía “de muchas personas de escasos recursos que ven en estos establecimientos la ilusa oportunidad de ganar algo de dinero, pero que lo terminan perdiendo todo”.
Según señalaron, “se ha sabido de muchos muertos en locales de estas características, por lo que insistimos al Gobierno acelerar el tranco y despachar a la brevedad esta iniciativa”.
Las máquinas de premio programado que operan en Chile son ilegales puesto que ninguna tiene la certificación que entregan las empresas autorizadas por la Superintendencia de Casinos de Juego”, argumentaron Sulantay, Trisotti y Fuenzalida.
Por ello, reiteraron que “la prohibición total de máquinas de azar fuera de los casinos de juego legalmente regulados es fundamental para quienes, por un lado, caen en la ludopatía, y en aquellas comunas donde existen sectores más vulnerables que se empobrecen día a día por tener acceso a una oferta ilegal como son las tragamonedas”.
En concreto y para combatir esta realidad, los diputados exigieron la sanción de la ley ya que “el proyecto en discusión establece multas de más de CLP10m (USD11.000) y hasta 5 años de cárcel para quienes utilicen las máquinas tragamonedas”.
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Contra los «casinos populares»
El principal motivo que llevó a la exigencia de la puesta en marcha de esta ley fue la proliferación de los llamados “casinos de barrio”. Estos son establecimientos en los que se ofrecen servicios de juego con máquinas tragamonedas.
Sus propietarios no cuentan con licencia para desarrollar tales actividades y no pagan impuestos. Uno de los grandes problemas de los “casinos de barrio” está en la falta de seguridad y control sobre quién accede a las instalaciones. También suele ocurrir que una actividad ilegal atrae a otra. Y los vecindarios en donde están instalados estos locales acaban siendo puntos conflictivos.
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