Para aumentar ingresos, sube la entrada en algunos casinos chilenos

La Ley Lorca se publicó para darle realce a Viña del Mar

Chile.- Tenía como propósito autorizar a la Municipalidad de Viña del Mar para que contratara préstamos para construir diversas obras de adelanto local como también declarar de utilidad pública y expropiar una serie de inmuebles localizados en su litoral. La ley Nº 13.364 publicada el 1º de septiembre de 1959 en el Diario Oficial, conocida como Ley Lorca, en honor de su impulsor Gustavo Lorca, alcalde de esa ciudad balneario y posteriormente diputado, tenía como propósito autorizar a la Municipalidad de Viña del Mar para que contratara préstamos para construir diversas obras de adelanto local como también declarar de utilidad pública y expropiar una serie de inmuebles localizados en su litoral, fijando un impuesto adicional de plusvalía para aquellas edificaciones que se beneficiaban con esas obras municipales.

También y con el mismo fin de obtener mayores recursos monetarios para mejorar la calidad de vida de los viñamarinos, la ley aumentó en un 25% el precio de las entradas a las salas de juego del casino, teniéndose en cuenta que un alto porcentaje de esos jugadores, algunos claramente ludópatas, son personas que viajan allí de Santiago y otras ciudades del país.

El artículo 3º de esa ley señala que con el producto de los préstamos se debían invertir en distintas acciones, siendo las principales en el ámbito urbano pagar las expropiaciones y habilitar la playa que se extiende desde la calle 8 norte, donde había una piscina municipal, hasta el balneario de Las Salinas, con la obligación de materializar en su borde costero parques y jardines de calidad para potenciar la vocación turística de Viña del Mar.

La ley estableció que no se podía expropiar el antiguo edificio del Sanatorio Marítimo, contiguo a la prolongación de la playa, localizado en la avenida San Martín 1355, al llegar a la calle 15 norte, por la importante labor de bien público que allí desarrollaba la Orden Hospitalaria San Juan de Dios, lo cual era de toda lógica.

En fechas indeterminadas en el litoral viñamarino se han construido unos cuantos edificios habitacionales en altura (sic) y en los últimos años se han cursado permisos de edificación para un par de hoteles, uno Hyatt de Corpgroup en Viña del Mar, en donde estaba el demolido Sanatorio Marítimo y el otro Piqueros, entre los roqueríos del borde costero en Concón, ello con las expeditas aprobaciones de los concejales de esas comunas y a pesar de que en esos dos predios privados no existen normas urbanísticas que amparen los enormes volúmenes de esas edificaciones.