Argentina: advierten por el sector hípico
El hipódromo de Rosario no fue autorizado a reabrir sus puertas y los trabajadores aseguran que su situación «es crítica».
Argentina.- Los trabajadores del hipódromo de Rosario calificaron de «crítica» la situación tras casi seis meses sin actividades y reclamaron por sus puestos de trabajo.
Aunque el hipódromo pidió la reapertura y presentó los protocolos para conseguir la autorización, no obtuvo respuesta hasta el momento.
Según publica el diario local La Capital, la municipalidad de Rosario había habilitado el funcionamiento del establecimiento a mediados de julio pero hubo una marcha atrás dictaminada por el gobierno provincial ante el aumento de casos de Covid-19 en todo el territorio.
Esta semana, los empleados y jockeys se manifestaron colgando banderas y carteles en el recinto, en reclamo por la falta de respuestas, sobre todo luego de la noticia de que los hipódromos de Palermo y San Isidro, en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia, respectivamente, ya fueron autorizados a retornar a la actividad.
“Nos dicen que no podemos garantizar el distanciamiento social y que habrá aglomeración de gente. Y eso no es verdad. Si nos habilitan, no habrá más gente que la que tenemos habitualmente en los entrenamientos”, expresó el representante gremial Juan Ublich en la radio LT8.
“Sólo habrá el cuidador que lleva el caballo, el jockey y un propietario, que una vez que termine la carrera se tiene que retirar. No habrá público ni apuestas. Sólo estará la gente que trabaja acá”, explicó.
“Las autoridades no quieren aglomeración de gente y eso no va a existir. Evidentemente, tienen otra mirada y no perciben el fenómeno social. Acá la gente está pasando por muy malos momentos. Hay mucha gente que entró en la indigencia”, cuestionó Ublich.
El dirigente gremial denunció que si bien al comienzo de la pandemia hubo entrega de bolsones para las familias afectadas, unas 500, con el correr de los meses se dejaron de entregar.»Hay compañeros que se mantienen con algunos ahorros, aunque ya se los habrán gastado. Otros vivirán de la ayuda de familiares. La situación es crítica”, añadió.