AGA asegura la integridad deportiva en las apuestas
Sara Slane de AGA respondió a las afirmaciones del presidente de la NCAA.
Estados Unidos.- Desde que comenzó el debate sobre las apuestas deportivas en Estados Unidos, además de cuestionar su legalidad, uno de los temas más discutidos fue si los deportes universitarios deberían incluirse o no. Es por eso que el presidente de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) criticó el impacto que el segmento tendría sobre ellos, pero la American Gaming Association (AGA) respondió rápidamente.
«Va a amenazar la integridad de los deportes universitarios de muchas maneras, a menos que estemos dispuestos a actuar con audacia y firmeza», declaró el presidente de la NCAA, Mark Emmert. Sin embargo, la vicepresidente senior de Asuntos Públicos de AGA, Sara Slane, lo criticó y dijo que ignorar el mercado ilegal no es útil para el país.
“Señor Emmert, está optando por ignorar el mercado ilegal masivo que tiene décadas de antigüedad en este país, que incluye las apuestas en atletismo universitario, que continúa prosperando. Seguramente la NCAA no puede apoyar el status quo”, comentó Sara Slane.
Según Slane, solo una vez que las apuestas se legalizan correctamente, se puede garantizar la integridad de los deportes. «Las apuestas deportivas son una empresa sofisticada de miles de millones de dólares que, si se deja principalmente en la sombra, continuará amenazando a la competencia y perpetuando la vulnerabilidad de los atletas, especialmente los atletas aficionados sin sueldo”, afirmó.
“La AGA continúa apoyando la expansión de las apuestas deportivas reglamentadas y legales. En los ocho estados donde las apuestas deportivas son ahora legales, los consumidores tienen una alternativa viable y segura para hacer apuestas y beneficiarse de la protección y de la supervisión estricta por parte de reguladores de juego con experiencia. Sin la legalización, ninguna de estas protecciones existe y dejamos vulnerables al juego, a la integridad, a los consumidores y a los atletas”, concluyó.