El Gran Casino Sardinero, reinaugurado
Después de casi año y medio cerrado por la pandemia, el Gran Casino Sardinero de Santander reabrió sus puertas.
España.- Sobre el cierre de julio, el Gran Casino Sardinero puso en marcha su actividad sociocultural, después de un año y medio sin poder operar como consecuencia de la pandemia. Entre las nuevas propuestas, se incluye la refacción edilicia y una muestra de arte, a cargo del pintor Luis Medina Manso.
Durante el acto de reinauguración, participó la alcaldesa de Santander, Gema Igual, acompañada del propio artista; del director del Casino, David Díaz; y del responsable de restauración, Carlos Crespo.
De acuerdo con la funcionaria, el Gran Casino Sardinero se posiciona como “un recurso turístico, no solo por la sala de juego, sino por el excelente nivel de la restauración que ofrece en su restaurante y la actividad que genera la sala de exposiciones”. Asimismo, detalló que el edificio, que ya cuenta con 105 años, fue clave en el desarrollo turístico de la ciudad.
La primera exposición que albergará abierta al público será “El retorno de la forma y el color”. Se trata de una muestra compuesta por alrededor de treinta obras, entre las que se incluyen algunas con foco en la abstracción geométrica y otras centradas en el minimalismo.
Nueva normalidad para los casinos en Santander
En marzo pasado, el negocio del juego en Santander recibió una buena noticia, tras un año gris de pandemia. Es que los establecimientos de hostelería y restauración, casinos, establecimientos de juegos colectivos de dinero y de azar, salones de juego, salones recreativos, rifas y tómbolas, locales específicos de apuestas y otros locales e instalaciones asimilables fueron habilitados para funcionar con el 30% del aforo en sus interiores.
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La normativa que lo permitió estipula medidas de higiene y prevención del contagio del COVID-19 que todos los salones deben cumplir. Entre ellas, se listan la ubicación de las máquinas o de cualquier otro dispositivo de juego de forma tal que garantice la distancia mínima de 1,5 metros entre las personas.