El gobierno discute por el casino flotante de Buenos Aires
La concesión del barco-casino de Puerto Madero tiene a referentes del oficialismo enfrentados en la capital argentina.
Argentina.- La concesión del Casino Flotante de Puerto Madero se vence en 2019 y la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires no permite que sea renovada. Por eso, el oficialismo (Cambiemos), se encuentra inmerso en una interna para definir qué sucederá con la sala que era operada por el empresario Cristobal López.
El principal cruce dentro de la alianza gobernante se da entre el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y la diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires (y una de las principales referentes de Cambiemos), Elisa Carrió. Mientras que Rodríguez Larreta pretende encontrar una forma de darle continuidad a la operación del casino flotante, la legisladora mantiene su postura de rechazo al paño y las slots, por lo que preferiría que se extinga la licencia y, con ella, la sala de juegos.
«Estamos viendo bajo qué figura puede seguir funcionando, aunque hay sectores que pretenden que no continúe. La política de Horacio fue siempre ‘ni un tragamonedas más'», explicaron desde la sede gubernamental a lapoliticaonline.com. Además, sostuvieron que la solución menos controversial sería que los actuales operadores (la parte de Cirsa que Blackstone no compró en un 50 por ciento, 25 por ciento del Hipódromo de Palermo y 25 por ciento de Inverclub, ex empresa de Cristobal López, ahora en manos de su socio, Ricardo Benedicto) consigan un fallo judicial que prorrogue la licencia más allá de su actual fecha de vencimiento y poder resolver con mayor cuidado el conflicto.
Mientras tanto, se mantiene la incertidumbre en torno al futuro del casino y, según Ariel Fassione, el secretario gremial de Aleara, que nuclea a los empleados de los casinos, aseguró que el sindicato está en estado de «alerta y movilización» y analizan «las medidas a tomar en el corto plazo» para mantener la continuidad de los 2.000 trabajadores que trabajan allí.