Se mantiene el interés de los operadores en Brasil
Algunos de los operadores de casinos más importantes de Las Vegas siguen estudiando el mercado brasileño a pesar de la demora en la legalización del juego.
Brasil.- Lo que parecía una inminente legalización del juego convirtió a Brasil en uno de los principales mercados fijados como objetivo -después de Japón- para algunos de los operadores de casinos más importantes de Las Vegas. Sin embargo, el escándalo del Lava Jato postergó el tratamiento de cualquier otro asunto en el Congreso Nacional y aún se mantiene la incertidumbre sobre la fecha en que la industria del juego pueda desembarcar en el país.
A pesar de la falta de claridad con respecto al futuro, los gigantes del casino Las Vegas Sands Corp. y Caesars Entertainment aún mantienen una atenta mirada sobre Brasil como un potencial mercado.
Jan Jones Blackhurst, vice presidenta ejecutiva de políticas públicas y responsabilidad corporativa de Caesars, señaló que la compañía “analiza activamente el mercado brasileño” y explicó que, a pesar de la falta de legislación, consideran que Brasil puede convertirse en un “mercado importante” para el sector, según citó Las Vegas Review Journal.
La representante de Caesars ha realizado varios viajes al país y adelantó que hay al menos cuatro ciudades que pueden albergar casinos, ya sea por su atractivo turístico o por la presencia de habitantes con alto poder adquisitivo. Las ciudades apuntadas son Brasilia (la apuesta más segura según Jones Blackhurst), San Pablo, Salvador de Bahía y Río de Janeiro.
Por el lado de Las Vegas Sands, Rob Goldstein, presidente y jefe de operaciones de la compañía, comentó sobre el interés en Brasil: “Río y especialmente San Pablo, con su gran número de población, son atractivas. Si se analizan los números del juego en la región, es claramente un mercado al que hay que observar”.
El directivo viajó al país al igual que el CEO Sheldon Adelson, quien “decidió que tenía que echar un vistazo por sí mismo y quedó impresionado con lo que vio”, según explicó Goldstein. Según trascendió tras la visita, la compañía está interesada en invertir 8 mil millones de dólares en el país.
Sin embargo, “la legislación y el proceso de aprobación aún está lejos”, analizó Goldstein que proyectó que la construcción de casinos en Brasil está todavía “en un futuro lejano”.
Jones Blackhurst coincidió con esa postura, ya que “el resultado definitivo depende de cómo resulte la legislación”. Su inquietud principal gira en torno a los impuestos y la regulación: “¿Se impondrán impuestos que permitan invertir el capital que se espera? ¿Serán las regulaciones de un estándar que permita a las compañías estadounidenses, con licencias altamente privilegiadas y reguladas, participar cómodamente?”
En la actualidad, cada una de las Cámaras del Congreso tiene en su poder una ley distinta en relación a la legalización del juego. Sin embargo, el malestar político que se vive en Brasil pareciera estar demorando el tratamiento de los juegos de azar, mientras los posibles inversores esperan por certezas.