Nuevos debates sobre juego online
Varios funcionarios argentinos proponen regular la industria del juego online a nivel provincial y nacional.
Argentina.- En el marco de cuestionamientos al gobierno argentino por la falta de regulación de juegos de azar en línea, la consultora Laura Gillot –especialista en legislación sobre iGaming en España y Latinoamérica– brindó declaraciones al diario Misiones Online sobre las perspectivas de la industria.
“La realidad siempre va por delante de la regulación: mientras las primeras apuestas on line se remontan a principios de los 90, cuando comenzó la internet, las regulaciones son relativamente nuevas”, explicó Gillot. La controversia comenzó en diciembre cuando el Congreso Nacional aprobó una ley de impuestos para la industria de juegos de azar, que incluía un gravamen para los operadores en línea. A pesar de tener que adaptarse a un nuevo régimen tributario, las páginas de apuestas por internet son ilegales en el país.
Los cuestionamientos al programa legislativo crecieron cuando aparentemente la Lotería Nacional exigió el bloqueo a la página de juegos Misionbet, que era operada por el Instituto Provincial de Loterías y Casinos y Sociedad del Estado (IPLyC SE) de Misiones. A pesar de que las autoridades justificaron el cierre por la falta de regulación del juego online, tanto el IPLyC SE como ALEA (Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de Argentina) denunciaron que el gobierno permitió la publicidad al sitio no autorizado miljugadas.com durante una transmisión de la TV Pública. El conflicto derivó en propuestas de regulaciones e investigaciones por posibles beneficios económicos de empresarios y funcionarios gracias a la falta de legislación.
Para Gillot, la regulación del juego online aportaría al mercado un 20 por ciento de ganancias y es necesaria para actualizar las operaciones del juego. “A la vanguardia está el Reino Unido, que tiene una regulación muy buena, muy flexible, y donde se ha podido evitar el juego ilegal; y en el mercado continental hay modelos muy parecidos, como el francés, el italiano y el español, que son más encorsetados, más cerrados. El problema de Europa –afirmó- es que no hay regulaciones uniformes para una actividad que es transfronteriza, como lo es el juego online”.