Hipódromo de San Isidro, lo que debés conocer antes de ir
El hipódromo de San Isidro, ubicado en la Provincia de Buenos Aires, es sin dudas uno de los centros icónicos del hipismo argentino. Su pista de césped, que supera los 2700 metros permite llevar a cabo carreras de caballos de 1000 metros, unas 120 al año.
Es justamente en el mes de diciembre, que se corre uno de los premios más celebrados por el calendario de esta actividad, el Gran Premio Carlos Pellegrini, desde que se inauguró en 1935.
Esta superficie cuenta con una gran tribuna lista para albergar en cada juego espectadores de todas partes que lo visitan, y, además cuenta con área de restaurante y confitería. Incluye a su vez caballerizas para los caballos que van a competir en la jornada y los que entrenan.
Obligado a cerrar sus puertas desde el año pasado como muchos otros sectores debido al Coronavirus, el Hipódromo San Isidro también ha tenido que adaptarse a este tiempo, implementando un novedoso protocolo sanitario que le permite reactivar las actividades previstas en forma escalonada, cuidando a los trabajadores y al público de cualquier contratiempo.
De esta forma regresa al ruedo de las carreras, pero sin público presente. Una noticia importantísima que esperaba desde hacía meses el sector, que en tiempos normales otorga cerca de 600 puestos de trabajo a lo largo de Argentina y lleva a sus gradas centenares de aficionados y fanáticos que en la actualidad, ven en este deporte típico del país y de muchos centros urbanos del mundo, un atractivo y pasatiempo formidable. Uno que además reúne lo mejor del juego de azar espectáculo mediante, llamando a tentar a la suerte en cada largada.
Hipódromo San Isidro: programas en mano, claves para apostar
Con estos datos en consideración, el hipódromo San Isidro renueva el calendario de actividades acotado a los tiempos de virtualidad y distanciamiento, pero sumando torneos y carreras mensuales que se pueden seguir desde el hogar mismo, mientras se apuesta al ejemplar favorito, algo que también permite sostener el hipismo tan vulnerado por las restricciones actuales.
Haber sido avalados con este protocolo, significa para quienes ejercen la actividad un sostén que permite que el deporte se mantenga pujante, aunque en menor magnitud, y progrese. Una manera de evidenciar la importancia de la afición en las apuestas de cada competencia y torneo. Una que, en tiempos normales equivale a mover millones, desde la crianza del purasangre hasta todas las tareas y actividades que se mueven alrededor del hipismo.
De esta manera, con el programa listo y accesible desde la misma web del hipódromo, ahora se puede apreciar qué animales participan de cada competencia, qué jinetes, propietarios, en qué actuaciones y otros recursos que ayudan a dimensionar el juego, que no suele superar la media hora.
Existen carrera de galope, las típicas del Turf y los Abiertos, carreras muy prestigiosas que se llevan todo el mérito cada año, y se hacen con caballos de silla, al galope y en pista pareja. Y también de hándicap, las típicas de 1000 y 1600 metros y las de Gran Premio que corren en Buenos Aires. Además del Derby que reúne y corona a las mejores competencias del mundo.
A qué caballo apostar dependerá, como en otros juegos de azar, de estrategias, gustos y cábalas. Existen aficionados que elijen un animal por simple observación de algún rasgo, mientras otros deparan en el color, el nombre o se identifican con el jinete. Otros, más matemáticos, planean combinaciones numéricas y se guían por pronósticos. Y los más experimentados, lo hacen en función del tipo de carrera: No Ganadores, Reclamación, Clásicos o Handicaps. De una manera y otra, se trata de apuestas con mucha adrenalina en juego en busca de ese favorito que despunte y vuelva a ganar.