Calvin Ayre vinculado a los Panama Papers

El magnate del juego en Internet sigue prófugo de la justicia estadounidense tras ser acusado de lavado de dinero.

Estados Unidos.- Es el número uno del juego en Internet, pero por estos días Calvin Edward Ayre es noticia por estar siendo buscado por el gobierno de los Estados Unidos acusado de cargos de lavado de dinero y juego ilegal online. Las pruebas saltan en la investigación Panamá Papers, que lo coloca escondiendo activos en un fideicomiso con sede en Nueva Zelanda.

Ayre, de origen canadiense, junto a tres presuntos colaboradores fue acusado ​​en 2012 por el gobierno estadounidense por lavado de activos y juegos de azar online, tras operar el sitio de apuestas deportivas Bodog.com. Desde entonces sigue eludiendo a las autoridades trasladándose de una ciudad a otra.

A través de un informe de la cadena televisiva ​​NBC, se supo que el magnate utiliza una red de compañías offshore para mover y esconder activos mientras viaja extensamente, y a menudo publica fotos en las redes sociales sobre su excéntrico estilo de vida. Las autoridades de los EE.UU. han estado investigando Ayre durante más de una década, según el informe.

Aunque operar entidades offshore en Nueva Zelanda no es ilegal, los documentos de la investigación Panama Papers muestran la complejidad de un sistema global y entidades utilizadas por intereses y ciudadanos extranjeros. Las entidades offshore vinculadas a Ayre se pueden rastrear desde Nueva Zelanda a las Islas Vírgenes Británicas, Cayman Island y el pequeño estado europeo de Liechtenstein.

Las autoridades creen que Ayre, que parece estar en Antigua de acuerdo a su último mensaje en Facebook, supuestamente utilizó una red de entidades offshore para ocultar cientos de millones de dólares en ganancias por las apuestas deportivas y juegos de azar online. La acusación alega que los acusados ​​en 2012, todos ciudadanos canadienses, participaron en el juego ilegal a partir del 2005, trasladaron los fondos a cuentas en Suiza, Inglaterra, Malta y Canadá.

Ya en 2006 aparecía en los medios como el dueño del negocio de casinos eléctronico Bodog, quien ya estaba escondido desde hacía una década en Costa Rica, desde donde manejaba su imperio de las apuestas y protegía sus entonces mil millones de dólares en los que se estimaba su riqueza.