Buscan imponer control en tragamonedas de aeropuerto

Las máquinas tragamonedas instaladas en el aeropuerto de Puerto Rico siguen generando controversia.

Puerto Rico.- Hace unos meses, 150 máquinas tragamonedas fueron instaladas, con dudosa autorización, en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín –AILMM– de Puerto Rico. Desde un comienzo, la Asociación de Inspectores de Juegos de Azar –AIJA– se opuso a la operación de los juegos y se presentó ante el Tribunal de Apelaciones para denunciar la Compañía de Turismo de Puerto Rico –CTPR– por no haber permitido la inspección durante el procedimiento.

AIJA exigió a la Justicia puertorriqueña que se declare ilegal el Reglamento 8788 que impuso la CTPR para instalar las máquinas y anunciar la futura llegada de otras 150 tragamonedas, sin participación de inspectores oficiales. El presidente de la AIJA, Edgardo Lizardi Bonilla, declaró que las acciones de la CTPR y de su directora ejecutiva, Ingrid Rivera Rocafort, violan disposiciones de la Ley de Procedimiento Administrativo Uniforme básicos de inspección adecuada del procedimiento de autorización e instalación de las tragamonedas en el establecimiento.

“La señora Rivera Rocafort ha actuado de forma arbitraria y caprichosa al aprobar un reglamento a toda prisa sin garantizarle a los ciudadanos la oportunidad de expresar sus puntos de vista. La ley requiere participación de la ciudadanía antes de que una entidad pública adopte una norma que impacte los derechos de personas o grupos y les imponga obligaciones”, sentenció Lizardi Bonilla.

AIJA denunció, además, que el Reglamento 8788 también violenta la Ley de Juegos de Azar de Puerto Rico, que es la que regula cualquier operación de juegos en el país y la que determina cómo se fiscalizan dichas operaciones, incluyendo la sala de juegos de los aeropuertos. “Nuestra isla ha ganado un nivel de prestigio y reconocimiento turístico mundial, en parte por el manejo adecuado de sus casinos de juegos. Se trata de una industria que está regulada y en la que la gente confía porque reconocen la pericia y honradez del personal de inspectores que velan por los derechos de los consumidores y por el buen manejo de las máquinas de juego”, concluyó.