Aclaraciones en el caso del complejo Ansenuza, en Argentina
La empresa a cargo de los servicios y explotación del hotel del complejo cordobés de Ansenuza aclaró que no los echaron, sino que se van por decisión propia.
Argentina.- En medios locales, y después de que la investigación correspondiente dejara claro que no han cometido delito alguno (Leer más), los responsables del complejo Ansenuza Hotel Casino & Spa desmintieron los dichos del titular de Lotería de Cordoba, Héctor Trivillin, acerca de la rescisión del contrato de concesión, al afirmar: «Lo cierto es que no nos echan, nosotros nos vamos».
El titular de Lotería de Córdoba aseguró que ya hay otro oferente interesado en el complejo y el abogado de la empresa Triple L, Luis Sassani, aseguró que Lotería «no tiene ningún cumplimiento para poder dar de baja el contrato». «Ellos si están incumpliendo con el contrato y están intimados hasta el viernes para cumplir con lo acordado y con los pliegos», agregó en declaraciones a Cadena 3 (de Córdoba, Argentina).
Por si fuera poco, el representante de Triple L reclamó incumplimientos por parte de la Lotería, como la cancha de golf, de tenis y la cocina, que según ellos nunca estuvieron terminados y en condiciones de funcionar. Y aseguró que, de las 60 habitaciones prometidas, sólo recibieron 30. También dejó constancia a través de una carta documento de que no había conexión de gas, faltaban elementos del spa, y no funcionaban el grupo electrógeno ni las calderas. “Recién en abril nos entregaron la cocina completa, la cancha de tenis no existe y tampoco la de golf. Cómo vamos a atraer clientes de categoría si no podemos brindarles los servicios”, aseguró Sassani.
Trivillin, por su parte, relativizó la queja. “La Lotería entregó las instalaciones como lo estipulaba el contrato”, dijo. Entre los puntos sensibles se destaca el valor de construcción de las 30 habitaciones que debe pagar el privado, pero cuyo costo luego debía ser reembolsado por la Lotería en un plazo de 12 meses. El convenio entre la Lotería y Triple L (controlada de manera mayoritaria por el empresario Bernardo Pedraza) tiene un tiempo de vigencia de 10 años. Si no se rescinde antes.