Crean un frente contra el juego en Brasil

Legisladores brasileños crearon el Frente Parlamentario Mixto por un Brasil sin Juegos de Azar para oponerse a la legislación del sector.

Brasil.- A pesar de los continuos rumores por la potencial legalización del juego en Brasil, el sector parece estar todavía muy lejos de salir de la clandestinidad en el gigante sudamericano y, por si fuera poco, un grupo de legisladores creó un frente para mantener el status quo. El Frente Parlamentario Mixto por un Brasil sin Juegos de Azar surge como una oposición firme al Frente Parlamentario para la aprobación del Marco Regulatorio de los Juegos en Brasil y buscará sumar el apoyo de sectores con poder político para rechazar las propuestas de legalización.

La coalición compuesta por 211 diputados y ocho senadores rechaza la posibilidad de aprobar cualquiera de las dos propuestas de legalización que se encuentran en el parlamento: el proyecto de ley 186/14, que está en la pauta de la Comisión de Constitución y Justicia del Senado, y el proyecto 442/91, que fue aprobado en comisión está listo para su votación en el Pleno de la Casa.

Hay diversas empresas internacionales dispuestas a invertir miles de millones de dólares en Brasil en caso de que se autorice el juego como Hard Rock y Las Vegas Sands, cuyo CEO, Sheldon Adelson, visitó el país este año y se reunió con el Presidente Michel Temer. Además, la legalización del sector fue defendida por 15 gobernadores brasileños por su potencial generación de empleo y mayor recaudación para las arcas del Estado.

Sin embargo, desde el Movimiento Brasil Sin Azar, apuntan que no se tratará de generación de empleo sino de una migración de trabajadores del sector turístico: “Lo que puede suceder es una canibalización. Los trabajadores serán simplemente reclutados de otras empresas, como hoteles y restaurantes, ya que es muy alto el costo de entrenar mano de obra”, dijo el abogado Roberto Lasserre.

Por ahora, el sector continúa expectante ante el desarrollo del tratamiento de la legalización del sector y espera por definiciones en el Congreso brasileño para ver si el gigantesco mercado finalmente se abre. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo grande y la oposición se incrementa, por lo que, de momento, habrá que seguir esperando.

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